TELECOM: La misma ensalada

Algo se ha hablado (muy poco para su relevancia) en estos últimos días sobre la aprobación de las leyes secundarias de Telecomunicaciones, la famosa Telebancada y la preponderancia por sector o por servicio. Algunos políticos la consideran uno de los cambios más relevantes para los consumidores y otros, una minoría pues ya fueron votadas las reformas a la ley, creen que se trata de una `contrarreforma´ al espíritu de lo debatido el año pasado.

Tratemos de entender con peras y manzanas el asunto de la mentada "preponderancia" que, en corto, quiere decir que si eres un agente preponderante posees más del 50% de la oferta del mercado. El conflicto surge en la definición de un agente preponderante y de si ese mercado es todo el sector de Telecomunicaciones, por un lado, y por el otro Radiodifución, o si el mercado son los servicios que se comprenden en los sectores como TV abierta, TV de paga, radio, internet, telefonía, etc.

Imaginemos que el sector de Telecomunicaciones es todo el mercado de verduras, y el de Radiodifusión de frutas. Ahora llamemos a un productor de verduras Mils, éste Mils es preponderante en todo su sector de verduras y lo es también en la oferta de lechugas, pepinos, zanahorias y algunas otras. En el mercado de frutas hay un super productor de manzanas que llamaremos Oilime, él también produce peras y plátanos, pero no es preponderante más que en las manzanas y en el mercado de frutas esta cerca de serlo, solo que no llega al 50%.  

Entonces se les aplican las leyes de Telecom tal como fueron aprobadas, es decir, preponderancia por sector. Así que Mils se ve afectado por las regulaciones y es obligado a dividirse hasta no ser preponderante en el sector, mientras Oilime puede continuar operando pero no podrá comprar ni abarcar más en el sector. Suponiendo un cierto raciocinio en Mils y Oilime, buscarán invertir de manera que no se vean afectados, así que de lo vendido en el mercado de verduras, Mils tendrá capital suficiente para invertir en, por ejemplo, la producción de algunas frutas como la pera. Por otra parte Oilime, al no poder crecer más en su mercado, mantendrá su poderío en las manzanas y, en vez de invertir en fresas o naranjas, invertirá en algunas de las verduras que Mils deberá dejar de lado. De esta manera ni Mils ni Agarracza tendrán más del 50% de su sector, pero seguirán creciendo.

Bueno pero todo esto ¿Cómo nos afecta? Pues la promesa es que la competencia generará algunas mejoras en la calidad o precios de los servicios. Por ejemplo cuando compremos una ensalada, comeremos gratis lechugas más largas o de mayor distancia, y posiblemente incluirá algunas frutas como peras o fresas y que éstas serán más frescas. Pero al final de cuentas estaremos comiendo la misma ensalada y con dificultad podremos conocer a qué sabe una ensalada diferente. Inmersos en un mudo con tantas frutas y verduras, sólo recibiremos las de Oilime y Mils, no importará si queremos probar algo diferente porqué la oferta restante en los mercados de frutas y verduras será difícil de conseguir.

Así entre mejores peras y manzanas comeremos siempre lo mismo, servido en un vajilla de oro y adornado por las insignificantes mejoras y promesas del gobierno.

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